Gestión social

Gestión social: construyendo confianza con la comunidad
El 2020, sin duda, fue un año que llegó con muchos retos tanto a nivel personal como a nivel de empresas e instituciones, y con él llegó el Metro de la 80, un proyecto que nos puso a soñar y a visualizar el futuro del occidente de Medellín a nivel de movilidad. Y cuando hablamos de movilidad no solo nos referimos a los vehículos en los que nos transportamos, hablamos también de las personas que además de movernos, habitamos el territorio.
Somos los seres humanos los que damos vida a los territorios que habitamos, que disfrutamos y que vemos transformarse para nuestro beneficio.
En esta medida, la gestión social que realizamos desde el Metro de Medellín tiene como eje central la conexión con las personas y comunidades, reconociéndolas como actores clave en la planeación, ejecución y apropiación de los proyectos de movilidad.
El Metro de Medellín llegará para quedarse en las comunas y los barrios ubicados en el occidente de la ciudad, con su gente, con su cultura, porque como dice el padre Ángel Hernando Uribe Carvajal en su libro Cultura y Espiritualidad “donde hay un ser humano hay cultura” y nuestro sello como empresa, precisamente, es la Cultura Metro que no es otra cosa que la manera positiva de relacionarnos con nosotros mismos, con los otros y con el entorno.

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Antes, durante y despuésEl Metro de Medellín en todos sus proyectos ha incorporado el componente social en las diferentes etapas del ciclo de vida de los mismos, es decir, en el antes, el durante y el después y el Metro de la 80 no es la excepción, el objetivo planteado para la gestión social en este gran proyecto de ciudad es la Intervención integral desde lo social y la articulación con los otros componentes como el ambiental y el técnico, mediante estrategias de socialización y participación ciudadana, formación y pedagogía, organización y gestión territorial, mitigación de impactos y todo esto transversalizado por una gestión comunicacional con el fin de potencializar el capital social, la corresponsabilidad y la sostenibilidad del proyecto. Buscamos construir y fortalecer relaciones de confianza con la ciudadanía en general y de manera especial con las comunidades que habitan las áreas de influencia de este corredor de transporte, teniendo en cuenta dentro del plan de trabajo un proceso de gestión educativa, social y cultural en el territorio, generando inclusión social a través de distintas estrategias sobre las características y el funcionamiento del Sistema.
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Cómo empezamosPartimos de realizar una caracterización social del territorio que permite una lectura social permanente de las dinámicas, de los comportamientos de los ciudadanos, la forma de relacionarse, sus costumbres, sus modos de vida y esto nos permite la identificación de las estrategias de intervención a nivel de comunidad. Existe, además, otro componente que es la gestión social en la adquisición predial y esta tiene como fundamento el acompañamiento a los moradores a los cuales se les debe adquirir el predio independientemente de su tenencia o el uso de este y, precisamente, por las particularidades de cada uno de los procesos, se atiende de manera individual a cada propietario/poseedor en función de sus características.
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Trabajo articuladoSiempre trabajamos de manera articulada con el equipo de gestión ambiental buscando sensibilizar a la comunidad sobre las externalidades (bondades, beneficios) de los sistemas de transporte, ambientalmente sostenibles y socialmente incluyentes, pero también este trabajo mancomunado permite el desarrollo de estrategias y actividades en relación con el embellecimiento del paisaje y de mejorar las condiciones ambientales de la zona de influencia. Además, identificamos posibles impactos ambientales y desarrollamos medidas para prevenir, mitigar y compensar estos efectos, fortaleciendo así el compromiso con un desarrollo urbano respetuoso del medio ambiente. Se resalta la importancia en este componente, de tener una comunicación permanente y activa de la comunidad, buscando la apropiación de los nuevos espacios públicos desarrollados por el proyecto.
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Atentos a las actividades de obra y sus impactosEl componente social cumple un papel importante durante la ejecución de la obra civil, desde lo social se implementa el relacionamiento con la comunidad aledaña al proyecto, el cual parte de la comprensión y el análisis de los impactos sociales generados y el posterior diseño de los procesos de prevención, mitigación y compensación de estos. Es así como establecemos encuentros con la ciudadanía para generar conversaciones entorno a los avances, además de la gestión permanente para la revisión y seguimiento a la atención de las solicitudes, quejas, reclamos y sugerencias por parte de la comunidad, verificando que sean estudiadas, atendidas y cerradas de manera oportuna. Nos encargamos del debido proceso en la apertura y cierre de actas de vecindad y de entorno, al igual que la restitución de infraestructura afectada, cuya atención deberá estar soportada en cambios comprobados en las actas de vecindad y entorno y con el debido análisis técnico sobre las actividades de obra ejecutadas en el área de influencia. Además, promovemos la vinculación laboral de personas de las zonas de influencia del proyecto, priorizando la contratación de mano de obra local como una forma de fomentar el desarrollo económico y social en los territorios. Somos una empresa que llegó para quedarse no solo en la ciudad sino en el corazón de sus habitantes, permanecemos en el territorio aportando al desarrollo de la ciudad región, comprometidos con la generación de calidad de vida, siendo conscientes que solos no tendríamos los mejores resultados, por eso, buscamos sumar beneficios trabajando de la mano con la Alcaldía de Medellín y todas sus secretarías y entes descentralizados, con los proveedores, los contratistas, los servidores Metro y mucho más, con los líderes comunitarios y la comunidad en general. Juntos nos convertimos en protagonistas de nuestra propia historia, la historia de la movilidad de Medellín.
Un antecedente que nos guía
Desde 1979, cuando se creó el Metro de Medellín, y especialmente desde 1988 con las primeras acciones de gestión social, hemos tenido claro que el desarrollo de los sistemas de transporte masivo debe poner al ser humano en el centro. Esta visión sigue viva en cada proyecto, y el Metro de la 80 no es la excepción.
Hoy continuamos trabajando con convicción para construir un sistema que no solo movilice personas, sino que transforme territorios, promueva inclusión, fortalezca el tejido social y contribuya a una Medellín más equitativa y sostenible.